capitulo II

1. ¡Nu! el escondite de Hadit.
 
 2. ¡Vengan! ustedes todos y aprendan el secreto que aún no ha sido revelado. Yo, Hadit, soy el complemento de Nu, mi prometida. No estoy extendido y Khabs es el nombre de mi Casa.
 
 3. En la esfera soy el centro en todas partes, mientras ella, la circunferencia, no se encuentra en ninguna parte.
 
 4. Pero ella será conocida y yo nunca.
 
 5. ¡Observen! los rituales del pasado son negros. ¡Que los malvados sean deshechados; que los justos sean purgados por el profeta! Entonces este Conocimiento irá correctamente.
 
 6. Soy la llama que arde en el corazón de cada hombre y en el corazón de cada estrella. Soy Vida y el dador de Vida, sin embargo, y por eso el conocerme es el conocer a la muerte.
 
 7. Soy el Mago y el Exorcista. Soy el eje de la rueda y el cubo en el círculo. “Venir a mí” es palabra sin sentido: pues soy yo el que va.
 
 8. Quienes adoraron a Heru-pa-kraath me han adorado, mal, pues soy yo el adorador.
 
 9. Recuerden todos ustedes que la existencia es júbilo puro; que todos los pesares son sólo sombras que pasan y desaparecen; pero está aquello que queda.
 
10. ¡Oh profeta! tienes malquerer de concebir esta escritura.
 
11. Te veo odiar la mano y la pluma; pero yo soy más fuerte.
 
12. Por mi presencia en Ti, que desconoces.
 
13. ¿Por qué? Porque tú eras el conocedor, y yo.
 
14. ¡Ahora, deja que exista el velo al sagrario; que la luz devore a los hombres y los trague con ceguedad!
 
15. Pues soy perfecto, no siendo; y mi número es nueve según los tontos; sin embargo con el justo soy ocho y uno en ocho: Lo cual es vital, pues en realidad soy ninguno. La Emperatriz y el Rey no están en mí; pues hay un secreto ulterior.
 
16. Soy la Emperatriz y el Hierofante. Así once, como mi prometida es once.
 
17. ¡Escúchen ustedes, gente suspirante!
Las penas del dolor y del arrepentimiento
Se dejan a los muertos y los moribundos
La gente que todavía no me conoce.
 
18. Ellos están muertos, estos sujetos; pues ya no sienten.
Nosotros no estamos para los pobres y los tristes: los amos de la tierra son nuestros herederos.
 
19. ¿Un Dios vivir en un perro? ¡No! así, los exaltados nos pertenecen. Ellos se regocijarán, nuestros escogidos; quien viva en pesadumbre no nos pertenece.
 
20. Belleza y fortaleza, risa retozante y deliciosa languidez, fuerza y fuego, son de nosotros.
 
21. Nada tenemos con el despojo y lo inadecuado: que mueran en su miseria. Pues estos no sienten. La compasión es el vicio de los reyes: aplasta lo afligido y lo débil: esta es la ley del fuerte: esta es nuestra ley y el júbilo del mundo. No pienses, oh rey, en esta mentira: Que Tú Debes Morir: en verdad no has de morir, sino vivir. Que sea entendido: Si el cuerpo del Rey se disuelve, quedará para siempre en éxtasis puro. ¡Nuit! ¡Hadit! ¡Ra-Hoor-Khuit! El Sol, fortaleza y Visión, Luz; estos están para los servidores de la Estrella y la Serpiente.
 
22. Soy la Serpiente que da Conocimiento y Deleite y gloria brillante; y conmueve los corazones de los hombres con ebriedad. ¡Para adorarme tomen vino y drogas extrañas desde donde hablaré a mi profeta, y me embriagaré desde entonces! No les dañará en modo alguno. Es una mentira, esa tontería en contra del ser. La exposición de inocencia es una mentira. ¡Sé fuerte, oh hombre! disfruta, goza todas las cosas de los sentidos y del éxtasis; no temas que ningún Dios te negará por esto.
 
23. Estoy solo: no hay Dios donde yo soy.
 
24. ¡He aquí! estos son misterios imponentes; pues están también mis amigos que son eremitas. Ahora bien no piensen hallarlos en el bosque o en la montaña, sino en lechos de púrpura, acariciados por magníficas bestias de mujeres con miembros generosos y fuego y luz en sus ojos y masas de cabello flameante en torno; ahí los hallarán. Los verán soberanos, al frente de ejércitos victoriosos, en todo el júbilo; y habrá en ellos un júbilo un millón de veces más grande que esto. ¡Que ninguno obligue a otro, Rey contra Rey! Ámense el uno al otro con corazones ardientes; pisoteen a los hombres bajos en la feroz lujuria de su orgullo, en el día de su ira.
 
25. Están contra el pueblo. ¡Oh, mis escogidos!
 
26. Soy la Serpiente secreta enroscada a punto de saltar: en mi enrosque hay júbilo. Si levanto mi cabeza, yo y mi Nuit somos uno. Si bajo la cabeza mía y lanzo veneno, entonces hay éxtasis de la tierra y yo y la tierra somos uno.
 
27. Hay gran peligro en mí, pues quien no entiende estas runas cometerá un gran desacierto. Caerá dentro del foso llamado Porque y ahí perecerá con los perros de la Razón.
 
28. ¡Ahora, una maldición al Porque y sus similares!
 
29. ¡Sea el Porque maldito para siempre!
 
30. Si la Voluntad se detiene y grita ¿Por qué?, invocando al Porque, entonces la Voluntad se detiene y no hace nada.
 
31. Si el Poder pregunta ¿por qué?, entonces el Poder es debilidad.
 
32. También la razón es una mentira; pues hay un factor infinito y desconocido; y todas sus palabras están distorsionadas.
 
33. ¡Basta de Porque! ¡Sea éste condenado cual perro!
 
34. ¡Pero ustedes, oh mi gente, levántense y despierten!
 
35. ¡Que los rituales se ejecuten con precisión, júbilo y belleza!
 
36. Los hay rituales de los elementos y las festividades de cada temporada.
 
37. ¡Una festividad para la primera noche del Profeta y su Prometida!
 
38. Una festividad para los tres días de la escritura del Libro de la Ley.
 
39. ¡Una festividad para Tahuti y el niño del Profeta: secreto, Oh Profeta!
 
40. Una festividad para el Ritual Supremo y una festividad para el Equinoccio de los dioses.
 
41. ¡Una festividad para el fuego y una festividad para el agua; una festividad para la vida y una festividad más grande para la muerte!
 
42. ¡Una festividad todos los días en sus corazones en el júbilo de mi éxtasis!
 
43. ¡Una festividad todas las noches para Nu y para el placer del deleite más sublime!
 
44. ¡Sí! ¡festejar! ¡regocijar! no hay miedo de aquí en adelante. Hay disolución y el éxtasis eterno en los besos de Nu.
 
45. Hay muerte para los perros.
 
46. ¿Fracasas? ¿Te arrepientes? ¿Hay temor en tu corazón?
 
47. Donde yo estoy éstos no están.
 
48. ¡No te apiades de los caídos! Nunca los conocí. No estoy para ellos. No consuelo: odio al consolado y al consolador.
 
49. Soy único y conquistador. No soy para los esclavos que perecen. ¡Sean ellos condenados y muertos! Amén. (Esto está en el 4: hay un quinto que es invisible y allí dentro soy como bebé en un huevo.)
 
50. Azul soy yo y oro a la luz de mi prometida; pero el fulgor rojo está en mis ojos; y mis destellos son púrpura y verde.
 
51. Púrpura más allá del púrpura; es la luz que trasciende lo perceptible.
 
52. Hay un velo: ese velo es negro. Es el velo de la mujer modesta; es el velo de luto y el paño mortuorio; nada de esto es de mí. Arranquen ese mentiroso espectro de las centurias: no cubras tus vicios con palabras virtuosas: estos vicios son mi servicio; obra bien y te recompensaré aquí y de aquí en adelante.
 
53. No temas, oh profeta, cuando estas palabras sean dichas, no te arrepentirás. Eres enfáticamente mi escogido, y benditos son los ojos que en ti han de reparar con alegría. No obstante a ti te esconderé en una máscara de dolor: quienes a ti te vean temerán que hayas caído: pero a ti yo te elevo.
 
54. Ni a aquellos que gritan su sinsentido de que nada significas se benefician; tú lo revelarás: tú beneficias: son los esclavos de porque: Ellos no son de mi. Las pausas como quieras; ¿las letras? ¡no las cambies ni en estilo ni en valor!
 
55. Has de obtener el orden y el valor del Alfabeto Inglés; has de hallar nuevos símbolos para atribuirle.
 
56. ¡Fuera! burlones; aún cuando ríen en mi honor no reirán largo tiempo: entonces cuando estén tristes sepan que los he desamparado.
 
57. El que es recto seguirá siendo recto; el que es inmundo seguirá siendo inmundo.
 
58. ¡Y es más! no consideren el cambio: séran como son, y no de otra manera. Por esto los reyes de la tierra serán Reyes para siempre; los esclavos servirán. No hay nadie que será derribado o elevado: todo es siempre como fué. Sin embargo, mis servidores están enmascarados: tal vez aquel mendigo es un Rey. Un Rey puede escoger su vestidura como quiera: no hay prueba cierta; pero un mendigo no puede esconder su pobreza.
 
59. ¡Cuidado entonces! ¡Ama a todos, no sea que acaso un Rey esté encubierto! ¿Eso crees? ¡Tonto! Si es un Rey, tú no puedes dañarlo.
 
60. ¡Por lo tanto golpea duro y bajo y al infierno con ellos, maestro!
 
61. Hay una luz ante tus ojos, oh profeta, una luz indeseada, la más deseable.
 
62. Estoy enaltecido en tu corazón, y los besos de las estrellas llueven con fuerza sobre tu cuerpo.
 
63. Estás exhausto en la hartura voluptuosa de la inspiración; la expiración es más dulce que la muerte, más rápida y risueña que una caricia del propio gusano del Infierno.
 
64. ¡Oh! estás embelesado: estámos sobre ti; nuestro deleite te cubre a ti todo: ¡salve! ¡salve! ¡profeta de Nu! ¡profeta de Had! ¡profeta de Ra-Hoor-Khu! ¡Ahora regocíjate! ¡ahora vente en nuestro esplendor y deleite! ¡Vente en nuestra paz apasionada y escribe dulces palabras para los Reyes!
 
65. Yo soy el Maestro: tú eres el Santo Escogido.
 
66. ¡Escribe y encuentra éxtasis en la escritura! ¡Obra y sé nuestro lecho en el obrar! ¡Estremécete con el júbilo de vida y muerte! ¡Ah! tú muerte será hermosa: quien la vea se deleitará. Tú muerte será el sello de la promesa de nuestro amor ancestral. ¡Ven! ¡Embelesa el corazón tuyo y regocíjate! Somos uno; somos ninguno.
 
67. ¡Espera! ¡Espera! ¡Resiste en tu éxtasis; no te pierdas en el desvanecimiento de los besos excelentes!
 
68. ¡Más fuerte! ¡Sosténte! ¡Levanta la cabeza tuya! ¡no respires tan hondo: muere!
 
69. ¡Ah! ¡Ah! ¿Que siento? ¿Está agotada la palabra?
 
70. Hay ayuda y esperanza en otros deletreos. La sabiduría dice: ¡sé fuerte! Luego puedes concebir más júbilo. ¡No seas animal; refina tu éxtasis! ¡Si bebes, bebe por las ocho y noventa reglas del arte; si amas, excede en delicadeza; y si haces algo gozoso, que en eso haya sutileza!
 
71. ¡Pero excede! ¡excede!
 
72. ¡Lucha siempre por más! y si en verdad eres mío – ¡y no lo dudes, y si eres siempre dichoso! – la muerte es la corona de todo.
 
73. ¡Ah! ¡Ah! ¡Muerte! ¡Muerte! has de anhelar la muerte. La muerte a ti te está vedada, oh hombre.
 
74. El alcance de tu anhelo será la fortaleza de su gloria. Quien vive largo y desea mucho la muerte es siempre el Rey en medio de los Reyes.
 
75. ¡Sí! escucha los números y las palabras:
 
76. 4 6 3 8 A B K 2 4 A L G M O R 3 Y X 24 89 R P S T O V A L. ¿Qué significa esto, oh profeta? No lo sabes; nunca has de saber. Viene uno tras de ti: él lo intrpretará. No obstante, oh escogido, recuerda el ser yo; de seguir el amor de Nu en el cielo encendido de estrellas; de mirar con favor hacia los hombres, de darles esta palabra de júbilo.
 
77. ¡Oh, sé orgulloso y poderoso en medio de los hombres!
 
78. ¡Exáltate! ¡pues no hay nadie parecido a ti en medio de los hombres o en medio de los dioses! Exáltate, oh mi profeta, tu estatura sobrepasará las estrellas. Adorarán tú nombre, inequívoco, místico, maravilloso, el número del hombre y el nombre de tu casa 418.
 
79. El final del escondite de Hadit; y bendición y adoración al profeta de la hermosa Estrella.